viernes, 27 de junio de 2008

Cuando duele el alma

De pronto, sin darnos cuenta, uno se despierta un día y se da cuenta que no tiene deseos de levantarse, que le pesan los ojos, nos duele todo el cuerpo y creemos que dormir es la mejor solución, nos duele el alma…

No hay ganas...de nada...no queremos ir a trabajar, no queremos ver a nadie, nos falta voluntad...decimos bueno es un día de bajón...y lo dejamos pasar...De pronto, nos invade una angustia inexplicable y sentimos unas tremendas ganas de llorar...pero porque?...cualquier cosa es el motivo perfecto para llorar, una palabra, un gesto, algo que nos sucedió, cualquier cosa nos da el motivo justo para llorar. Y ese sentimiento, esa sensación va creciendo y se hace más fuerte, cada vez es más seguido que nos sentimos mal, esa opresión en el pecho, es como una prensa que no nos deja respirar, nos duele...y sólo queremos estar solos y a oscuras, que nadie se acerque, que nadie nos vea. Se van las ganas de arreglarnos, y no sabemos precisar cuando, nos fuimos alejando de los amigos, de la familia y de los afectos. Queremos que nos escuchen y gritamos con lágrimas, con acciones, actitudes y grita nuestro cuerpo...un grito desgarrador, nos duele el alma... ya no tenemos ganas de vivir, ganas de nada, no hay motivaciones...

Asi es como me siento la mayoria del tiempo.

1 Me hablan:

Anónimo dijo...

en estos casos es buena una sesion de risoterapia viendo peliculas, jugando a juegos de mesa o a ese de los colores del suelo que dice.... "pon la mano derecha en el color verde y el pie izquiero en el azul" .... ¡y un huevo! ningun ser humano humanoide o metrosexual puede hacer eso.

NEREA